CBD y epilepsia: eficacia clínica y aspectos farmacológicos

Desde un tiempo atrás hasta hoy, la aplicación de la marihuana como uso medicinal siempre ha estado en segundo plano, ahora comienza una nueva etapa que aúne la colaboración beneficiosa, entre cannabis y medicina, para las personas.

Tras los grandes avances conseguidos por la medicina tradicional y moderna, hemos alcanzado, en algunos campos médicos, los límites de los tratamientos descubiertos. Formando de este modo el caldo de cultivo perfecto para comenzar a explorar nuevas técnicas, fuera de las sustancias y métodos explorados anteriormente.  [1] 

Durante esta búsqueda de resultados positivos ante enfermedades, sin un tratamiento efectivo por la medicina convencional, la industria farmacéutica y científico tecnológica ha consensuado los productos cannábicos como una herramienta alternativa eficaz y segura ante el tratamiento de diferentes síntomas derivados de enfermedades neurológicas crónicas. [2] [3]

Cuando las terapias tradicionales fallan, la ciencia actual apoya el uso de productos a base de cannabis para tratar, por ejemplo; la epilepsia refractaria, el dolor neuropático crónico, algunos síntomas derivados de la esclerosis múltiple, trastornos del movimiento (temblores), el síndrome de Tourette, la cefalea y algunos trastornos del sueño relacionados con enfermedades neurológicas. [1]

Gracias a las tendencias legislativas a nivel global que favorecen el uso del cannabis para fines medicinales y con seguridad de consumo, se ha permitido un avance de las investigaciones que abordan esta planta con el objetivo de generar nuevas técnicas medicinales. [4] [5]

Siendo una de las aplicaciones demostradas, su ayuda ante el tratamiento de la epilepsia, una de las enfermedades con más frecuencia en la población, afectando a más de 70 millones de personas alrededor del mundo. [6] 

El 65-70% de la población que la sufre, mejora o es asintomática tras la implementación de medicamentos farmacológicos convencionales. 

Pero ¿qué hay del otro porcentaje?  Ese 30-35% restante sufre la denominada Epilepsia refractaria, que se desarrolla de manera crónica y tan frecuentemente que afecta gravemente la calidad de vida de quien la padece, aumentando la mortalidad relacionada con la epilepsia. [7]

 La falta de resultados clínicos satisfactorios lleva a buscar terapias diferentes, cuando la medicina farmacéutica no es suficiente. [8]  

De entre los 100 compuestos terpenofenólicos denominados como cannabinoides, algunos han sido empleados para el tratamiento de la epilepsia con resultados muy positivos y una mejoría significativa del control de la enfermedad. [10] [11]

 Los dos más abundantes son el THC (delta-9-tetrahidrocannabidol) y el CBD (cannabidiol). [9]

Para estas pruebas clínicas se han empleado dos compuestos derivados de la planta, los extractos de cannabis enriquecidos con cannabidiol, y el cannabidiol enriquecido al 100%. Con excelentes resultados, en más del 50% de pacientes, sobre el comportamiento de la enfermedad, así como la frecuencia de las crisis, el alertamiento, la comunicación y algunas habilidades motoras. [12]

Ambas sustancias poseen moléculas que se asimilan a través de receptores denominados CB1 (en las neuronas del sistema nervioso central) y CB2 (principalmente en células del sistema inmune). [13] 

Mientras que el THC es un antagonista de estos receptores y un potencial responsable de efectos psicotrópicos [14], el CBD y su análoga la cannabidivarina [15], tienen muy baja afinidad por los receptores CB1 y CB2, lo que explica su baja actividad psicotrópica, es por esto que quienes consumen cannabis con una alta proporción de CBD:THC (20:1) experimentan pocos efectos psíquicos en comparación con quienes consumen una proporción baja. [15]

Según 34 estudios, se ha demostrado que el THC es anticonvulsionante en el 61% de los casos, proconvulsionante en el 2,9%, así como produce una respuesta mixta en el 2,9% y no presenta efectos significativos en el 32,4% de los casos.

 Mientras que el CDB es anticonvulsionante en el 80,5% de los casos, y en el restante 19,5% no presenta efectos significativos. [16]

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Extracto de cannabis enriquecido con CBD

Uno de los casos más mediáticos fue el de la pequeña norteamericana Charlotte Figi, que enferma con el síndrome de Dravet y sufridora de los efectos de la epilepsia refractaria, noto una mejoría casi total en el control de los síntomas tras emplear extractos de cannabis enriquecido con CBD. [17]

En 2015 se publicó una encuesta dirigida a padres y madres de menores (entre 3 y 10 años), que sufrían espasmos infantiles y portadores del síndrome de Lennox-Gastaut, tratados con extractos de cannabis enriquecido con CBD. El 85% describió una reducción en las frecuencias de las crisis, mientras que el 14% reportó una liberación completa de las crisis, la terapia duró 7 meses y la dosis aproximada que se administró fue de 4,3 mg/kg/día. [18] 

Este proceder se repitió en México con 53 familiares de menores desde 9 meses a 18 años dando unos resultados muy similares (81% reducción en las frecuencias de las crisis y 16% de liberación completa de dichas crisis). [20]  

Muchas respuestas también narraban una mejoría en el patrón del sueño, el alertamiento y el estado de ánimo.

Una reciente encuesta australiana, realizada al público en general, resultó que 137 de las 976 personas encuestadas había empleado productos del cannabis para mejorar los efectos de su epilepsia, con sensaciones favorables en el 71% de menores y el 89,5% de personas adultas, incluyendo una considerable reducción, en algunos casos total, del consumo de fármacos antiepilépticos. [19] 

Solo el 6,5% consumía cannabis por recomendación médica, y la mayoría de productos fueron obtenidos por proveedores ilegales, sin un conocimiento claro sobre sus composiciones.

Por desgracia, las trabas de la situación actual del cannabis para uso medicinal hacen que un alto porcentaje de productos no sea lo que dice contener, con la peligrosidad que ello conlleva.  [21] 

Lo que resalta la importancia de emplear productos estandarizados y que cumplan con los controles regulatorios legales consecuentemente.

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Cannabidiol purificado al 100%

Son menos los estudios realizados con este producto cannábico, aun así, los resultados son igualmente positivos. Entre pacientes del síndrome de Dravet, desde los 2 a 18 años, el 43% logró una reducción de la mitad de las crisis que sufría, mientras que el 5% experimentó una liberación total de estas. [22]

Por otro lado, el estudio para pacientes que sufrían el síndrome de Lennox-Gastaut, de entre 2 a 55 años de edad, el 46% vio su crisis reducida en un 50% y el 6% sintió una liberación total de las mismas. [23] [24]

Gracias a estos estudios se empieza a investigar la posibilidad de combinar tratamientos naturales como el CBD con otros fármacos, como el clobazam, de los que se estima que el efecto anticonvulsionante sea prácticamente total. [25]

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Conclusiones

Es necesario destacar que existen posibilidades de sufrir efectos adversos, como al tomar cualquier otro tratamiento. Pudiendo variar desde somnolencia y fatiga hasta irritabilidad o cambios en el comportamiento, pasando por cambios de apetito o de peso corporal. Por esto siempre es recomendable consultar con tu médico especialista en caso de que sufras alguna de estas enfermedades. [1] 

Los cannabinoides son considerados una herramienta complementaria para el manejo de los síntomas derivados de algunas enfermedades neurológicas, cuando otras terapias de primera línea han fallado. Los extractos de cannabis enriquecido con CBD presentan un modelo de sinergia botánica en el que todos los componentes de la planta actúan, y no son consecuencia de un producto químico aislado como ocurre con el CBD purificado al 100%.

Hoy en día siguen haciendo falta más estudios que aclaren y aporten luz sobre estos productos como una viable solución a este tipo de enfermedades. Como, por ejemplo, cuáles son sus efectos cuando se combinan con otras terapias, o su seguridad a largo plazo a nivel cerebral o en casos de embarazo. Sin embargo, a pesar de los interrogantes, los cannabinoides representan una nueva alternativa para el tratamiento de pacientes con epilepsia refractaria.

Bibliografía

 [1] Espinosa Jovel C. Cannabinoides en epilepsia: eficacia clínica y aspectos farmacológicos. Neurología. 2020.

 [2] Russo EB. Cannabis and epilepsy: An ancient treatment return to the fore. Epilepsy Behav. 2017; 70:292-97.

 [3] Friedman D, French JA, Maccarrone M. Safety, efficacy, and mechanisms of action of cannabinoids in neurological disorders. Lancet Neurol. 2019; 18:504-12.

 [4] Abuhasira R, Shbiro L, Landschaft Y. Medical use of cannabis and cannabinoids containing products - Regulations in Europe and North America. Eur J Intern Med. 2018; 49:2-6.

 [5] Aggarwal SK, Carter GT, Sullivan MD, ZumBrunnen C, Morrill R, Mayer JD. Medicinal use of cannabis in the United States: Historical perspectives, current trends, and future directions. Jopioid Manag. 2009; 5:153-68.

[6] Ngugi AK, Bottomley C, Kleinschmidt I, Sander JW, Newton CR. Estimation of the burden of active and life-time epilepsy: A meta analytic approach. Epilepsia. 2010; 51:883-90.

[7] Kwan P, Schachter SC, Brodie MJ. Drug-resistant epilepsy. N Engl J Med. 2011; 365:919-26.

[8] Chen Z, Brodie MJ, Liew D, Kwan P. Treatment outcomes inpatients with newly diagnosed epilepsy treated with established and new antiepileptic drugs: A 30-year longitudinal cohort study. JAMA Neurol. 2018; 75:279-86.

[9] Maa E, Figi P. The case for medical marijuana in epilepsy. Epilepsia. 2014; 55:783-6.

[10] Rosenberg EC, Tsien RW, Whalley B, Devinsky O. Cannabinoids and epilepsy. Neurotherapeutics. 2015; 12:747-68.

[11] Brodie MJ, Ben-Menachem E. Cannabinoids for epilepsy: What do we know and where do we go? Epilepsia. 2018; 59:291-6.

[12] Tzadok M, Uliel-Siboni S, Linder I, Kramer U, Epstein O, Menascu S, et al. CBD-enriched medical cannabis for intractable pediatric epilepsy: The current Israeli experience. Seizure.2016; 35:41-4.

[13] Dos Santos RG, Hallak JEC, Leite JP, Zuardi AW, Crippa JAS. Phytocannabinoids and epilepsy. J Clin Pharm Ther. 2015; 40:125-43.

[14] Pertwee RG. The diverse CB1 and CB2 receptor pharmacology of three plant cannabinoids: Delta9-tetrahydrocannabinol, cannabidiol and delta9-tetrahydrocannabivarin. Br J Pharmacol. 2008; 153:199-215.

[15] Devinsky O, Cilio MR, Cross H, Fernandez-Ruiz J, French J, Hill C, et al. Cannabidiol: Pharmacology and potential therapeutic role in epilepsy and other neuropsychiatric disorders. Epilepsia.2014; 55:791-802.

[16] Perucca E. Cannabinoids in the treatment of epilepsy: Hard evidence at last? J Epilepsy Res. 2017; 7:61-76.

[17] Revista THC (2020). Charlotte Figi. 

[18] Hussain SA, Zhou R, Jacobson C, Weng J, Cheng E, Lay J, et al. Perceived efficacy of cannabidiol-enriched cannabis extracts for treatment of pediatric epilepsy: A potential role for infantile spasms and Lennox-Gastaut syndrome. Epilepsy Behav. 2015; 47:138-41

[19] Suraev AS, Todd L, Bowen MT, Allsop DJ, McGregor IS, Ireland C, et al. An Australian nationwide survey on medicinal cannabis use for epilepsy: History of antiepileptic drug treatment predicts medicinal cannabis use. Epilepsy Behav. 2017; 70:334-40.

[20] Aguirre-Velázquez CG. Report from a survey of parents regarding the use of cannabidiol (Medicinal cannabis) in Mexican children with refractory epilepsy. Neurol Res Int. 2017; 2017:2985729.

[21] U. S. Food and Drug Administration. Warning letters and test results for cannabidiol-related products. 2016 Warning Letters [Internet]. Silver Spring (MD): U. S. Food and Drug Administration.

[22] Devinsky O, Cross JH, Laux L, Marsh E, Miller I, Nabbout R, et al. Trial of cannabidiol for drug-resistant seizures in the Dravet syndrome. N Engl J Med. 2017; 376:2011-20.

[23] Thiele EA, Marsh ED, French JA, Mazurkiewicz-Beldzinska M, Benbadis SR, Joshi C, et al. Cannabidiol in patients with seizures associated with Lennox-Gastaut syndrome (GWPCARE4): A randomised, double-blind, placebo-controlled phase 3 trial. Lancet. 2018; 391:1085-96.

[24] Devinsky O, Patel AD, Cross JH, Villanueva V, Wirrell EC, Privitera M, et al. Effect of cannabidiol on drop seizures in the Lennox-Gastaut syndrome. N Engl J Med. 2018; 378:1888-97.

[25] Anderson LL, Absalom NL, Abelev SV, Low IK, Doohan PT, Martin L J, et al. Coadministered cannabidiol and clobazam: Preclinical evidence for both pharmacodynamic and pharmacokinetic interactions. Epilepsia. 2019; 60:2224-34.

PEDRO GUTIERREZ GELY (Autor)

Graduado en Ciencias Ambientales, Pedro es un apasionado de la divulgación ambiental y comunicación científica. Se ha especializado en la investigación y caracterización de nuevos contaminantes como pueden ser los microplásticos en ambientes remotos.

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